Castillo, según la RAE es "un lugar fuerte, cercado de murallas, baluartes, fosos y otras fortificaciones". Los castillos encierran un patio de armas, rodeado de dependencias y por los menos una torre habitable.
Los primeros castillos datan del siglo IX, aunque su origen es más antiguo. Ligados estrechamente a la Edad Media, no sólo cumplía funciones militares sino que servía de residencia a los señores de la nobleza.
A partir del siglo XVI con la llegada del Antiguo Régimen y la consolidación de las monarquías absolutistas, la nobleza propietaria de los castillos los fue abandonando a cambio de mansiones palaciegas en la corte.
Fortificaciones islámicas
Las fortificaciones musulmanas tienen diferentes tamaños y formas, también eran usadas para fines distintos y en función de su finalidad podemos distinguir:
- Alcazabas urbanas.
Se trata de un recinto fortificado dentro de una medina (ciudad), en ella generalmente estaba habitado por el gobernante y tenía unidades militares. Era el último refugio de la población en caso de ataque. Eran fortificaciones extensas y auto suficientes ya que en ellas habían viviendas, almacenes, aljibes... y el palacio del gobernante por lo que también eran los núcleos políticos y administrativos de las ciudades. En ellas también estaba la Mezquita, convirtiéndose de este modo en el centro espiritual de la ciudad.
Destacan algunas alcazabas urbanas como las de Mérida, Tarifa, o Málaga.
- Alcázares
Son palacios o residencias aristocráticas fortificadas. Su nombre deriva de la palabra árabe al-qasr, que significa castillo. Su presencia da lugar a la denominación de muchas localidades en la península ibérica.
Destacan muchas y a modo de ejemplo indicamos el de Zaragoza o el de Sevilla.
- Castillos rurales, qal´a y hisn.
Los musulmanes edificaron en torno a los grandes núcleos urbanos fortificaciones para dar protección a los campesinos y controlar los caminos. No solían tener edificaciones, tan sólo aljibes para garantizar el acceso al agua.
- Atalayas
Son torres de observación y defensa, situadas en puntos elevados para controlar visualmente el entorno, eran avanzadillas ante posibles cabalgadas y razias enemigas, las cuales eran frecuentes durante el periodo de "reconquista".
- Rábidas o ribats.
Fortalezas situadas en fronteras con reinos cristianos, su función era militar y religiosa, solían ser edificios de planta cuadrada, donde en torno a un patio porticado central se establecían habitaciones en dos plantas.
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